"Decir Adiós"

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Jaime solía ser de esos pibes que nunca pisarían un boliche, de esos que solo escuchan bandas underground que nunca se venderían al comercio musical y de los que defendía su integridad punk con los dientes. Aceptaba a los heavy y alguna que otra tribu rocker que no tenga en su género marca comercial.
Su casa parecía un campo de batalla, su madre se preocupaba poco y nada de sus hijos antes y después de separase de su marido. Las causas de la separación eran obvias, ambos resolvían sus problemas y diferencias con agresividad tanto verbal como física y ese fue el hogar donde el nació, donde se crió y donde aprendió solo lo que no debía hacer y nunca lo que esta bien, lo que lo ayudaría en futuro o lo que lo haría un hombre.
Nosotros éramos sus cinco amigos Germán, Gula, Carlito, Lalo y yo. Siempre nos juntábamos en la misma plaza que estaba rodeada de una larga maleza. Era común vernos por las tardes con una botella de la cerveza mas barata que lográbamos comprar con las monedas que juntábamos entre todos, pero el nunca podía ayudar a comprarla cosa que jamás nos importo demasiado.
Esa misma plaza era la que usaba de dormitorio las noches en que su casa se incendiaba y no podía soportar estar entre el fuego cruzado de sus padres, cosa que a ellos nunca les interesó.
Mas de una noche la paso lejos de su casa y de su plaza, alguno de nosotros le permitía quedarse esa noche a dormir. O si no, se iba a lo de sus abuelos, el los adoraba mucho y ellos a el, siempre se preocupaban por su estado de animo y las cosas que consumía, pero el siempre desmentía que sea adicto a algo.
Cuando la noche nos ocultaba entre ese pastizal de la placita del barrio encendíamos un cigarrillo de marihuana, rama, porro o cualquiera de los mil apodos que le pusieron. El siempre que llegaba a sentir el efecto comenzaba a contarnos sus problemas y de cómo planeaba irse lejos al campo de sus abuelos y vivir una vida limpia y relajada con ellos, que ahí conocería a una campesina con la que se va a casar y que nunca lo engañaría, tendría muchos hijos y que trabajarían en un negocio familiar. Todos soñábamos con algo así algún día, la vida de barrio suele ser muy cretina con nuestro futuro.

Una noche de esas en que a la realidad la hacíamos humo por un instante, el menciono que su vida era cruel y que hizo de todo por mejorarla, solo quería ser otro. Bajos esos efectos no podíamos tomar nada enserio, el siempre citaba frases de Kurt Cobain a quien idolatraba y lo que decía tenia mucha negatividad para con la vida. Luego de pasar unas horas hablando y riéndonos de cosas sin sentido, la noche ya no estaba poniendo mala música para que nos marcháramos, yo tome mi camino a casa a pie, tenia que cruzar dos barrios para entrar al mío, nunca me asusto el caminar solo por que ya llevaba un tiempo recorriendo esas calles y las caras mas mafiosas ya sabían de mi y yo de ellos, por suerte.
Los demás también hicieron lo suyo y siguieron su ruta. Unos de los chicos, Gula, tenia que pasar para ir a su casa por en frente de la de Jaime y cuando lo dejo ahí sintió los griteríos de adentro que ya eran comunes, lo miró a los ojos y le pregunto “¿vas a estar bien?” y el respondió que si, que no se preocupara por eso. Su padre solía llegarse borracho a reclamar pertenencias a altas horas de la noche.

Al día siguiente yo me levante como de costumbre a hacer mis cosas, yo iba al colegio a la tarde y ya tipo una estaba listo para irme. Siempre llegaba unos diez minutos antes del comienzo de clases, era una costumbre que tenia por que nos juntábamos con los demás en la entrada a hablar de quien sabe que. Uno de los chicos que no iba al colegio estaba en la puerta y nos pregunto a mi y a Germán, que era uno de los chicos del grupo con el cual era yo muy unido, si sabíamos algo de Jaime por que los padres lo necesitaban para que realice un trabajo no recuerdo bien de que, pero ninguno de los dos sabia nada de el de la noche anterior.
Despreocupados y acostumbrados por las desapariciones de el, seguimos con nuestra rutina colegial.
Un día después de la desaparición de Jaime, como todos los días fui al colegio esos minutos antes y fue ahí cuando llegando a la puerta del establecimiento se acerco rápidamente Germán y me dijo:
-¿Te enteraste?
-¿Si me enteré de qué?
-¿De lo de Jairo?
-¿Qué hizo el atorrante ese ahora?
- Apareció muerto.

En cuanto recibí esa noticia la incertidumbre y la tristeza me quedo instalada en el pecho. Las imágenes de los momentos con él se hicieron un colage en mi mente y las preguntas de por que sucedió también se encendieron.

-¡¿Pero donde, cómo, que le paso?!
- Sus abuelos lo encontraron muerto en el campo de ellos, se pegó un tiro con una escopeta.
- ¡¿Se suicido?!
- Sí, creo que ninguno de nosotros se lo esperaba.

Quien lo hubiera escuchado hablar creo que no se sorprenderían demasiado con el hecho, su inestabilidad emocional se la sentía de lejos.
No ingresamos al colegio y fuimos hasta la casa de su primo que no quedaba muy lejos de ahí para saber mas sobre el asunto. Nos contó que dejó una carta de despedida para sus padres y su hermanita, pidiendo perdón por no ser el hijo ni el hermano mayor que hubieran querido tener, y a sus amigos y abuelos nos dejo el agradecimiento por todo.
El murió como su ídolo, Kurt Cobain, vestía su jeans con un agujero en su rodilla izquierda, su remera blanca y vieja de Nirvana y al costado estaba su zapatilla derecha, se sentó en el suelo colocando la punta del arma en su boca y con el pie gatillo…

Se había escapado al campo de sus abuelos sin que nadie supiera, incluyéndolos. Sabia bien donde su abuelo escondía el arma, la tomó y se perdió entre un pequeño bosque que se encontraba cerca del predio. Esos árboles fueron los últimos en verlo con vida, los que escucharon su ultimo grito. Tal vez hoy este mejor que acá, pero acá no todo está mejor.
Luego de que todo pasara, que su cuerpo haya sido enterrado, nosotros ya no nos juntamos en esa plaza, ni siquiera nos vemos. El dolor y el recuerdo nos separaron, hoy ya tenemos encaminadas nuestras vidas por senderos diferentes con otros amigos, con otra forma de mirar y vivir la vida. Su ausencia quedo bien presente en nosotros.

5 comentarios:

Manuel Ruiz dijo...

va a sonar medio gat esto, pero que mas da, no soy homofobico asiq eu:
estoy problemas de insomnio (hace desde los 14 años mas o menos)no te venis una noche y me contas una historia loco, capaz que me duermo de toque, no se.
Te excedes chabon con las historias, excedes!!

Felicitaciones

Fabiana dijo...

Otra historia fuerte.
No creo que tu personaje sea el único. Vivimos en una sociedad podrida y estos chicos sin contención abundan más de lo que creemos.
Te mando un abrazo.

accuacolor dijo...

ey porque tu flog esta tan bueno? te odio.
ajajaja mentira.
re potente esas historias.
que lindo ^^
que estes muy bien.

garcias por pasarte por mi blog.

Lucianna.

Florencia dijo...

Bueno señor, meuchas gracias por pasar en mi blog y dejar huella prometo ller esto que por los comentarios seuna a intresante, pasese cuando quiera el mio esta super invitado.

le dejo mi mail , para chat: mflorencia_lopez@hotmail.com

FL*

Anónimo dijo...

Muy fuerte. Muy buena.