"La Salida" Parte I

Cuando las cosas entre los dos coincidían ella tenia siempre una frase: "...debe ser una señal"; Desde que nos guste la misma banda hasta tener los dos 37 mensajes en el buzón de entrada de nuestros celulares, para ella todo era una señal.
Un día, la invite (por vigésima novena vez) una noche a salir. Ella nunca estaba segura de hacerlo por que temía que no resulte y quería que vayamos de a poco, yo estaba de acuerdo (aunque estaría de acuerdo si pedía que vaya a matar a Bin Laden solo con un cuchillo de cocina). Ese día en el que ella dijo "dale, tengo ganas de salir mañana con vos" yo era la ansiedad hecha carne y huesos. Mi reloj se sentía muy observado a cada segundo, era como una borrachera de endorfinas, y en esas horas antes de salir tuve una discusión con mi ropero, la verdad que no tenia nada para salir, nunca tengo ropa para salir, me di cuenta que mi adolescencia mezcla punk con grunge aun se manifestaba, pero arrebate una remera Levis que había comprado para circunstancias como estas -y ahi fueron a parar como un mes de sueldo, si si, en una remera- , unos jeans, las siempre "elegantes" zapatillas Toppers de lona y para darle un toque final me calcé una camisa verde y partí a encontrarme con mis amigos e ir a la fiesta, pero claro, yo tenia que hacer una para antes para buscarla.
Por la tarde habíamos quedado en encontrarnos en el centro, ella tenia que visitar a una amiga que tenia "problemillas del corazón", se había peleado con su novia y debía aconsejarla y escucharla para que se sienta mejor. A todo esto yo había cargado crédito suficiente en mi celular para poder llamarla, los mensajes de texto suelen ser muy crueles, las uñas de tus manos se reducen notablente hasta esperar su respuesta. Entonces la llame cuando ella estaba en el departamento de su amiga, al atender dijo "...escucha, es Stone Temple Pilots, del mp3 que me grabaste", y de fondo sonaba Lady Picture Show, la verdad que le quedaba bien esa canción con su voz. Arreglamos encontrarnos donde todos, en la fuente, sin agua, del Patio Olmos -el nidito de las nuevas tribus urbanas-.
Mientas esperaba yo decidía conmigo mismo en que posición me iba a quedar sentado para cuando ella haga su aparición. Como estábamos por ir a una fiesta punk (aunque solo eran jóvenes que se visten raro y lo último que tenían eran punks) yo le había pedido que se vaya lo mas sencilla posible para que no llamara la atención del resto de la gente. Cuando no habían pasado ni 10 minutos de espera ella apareció por mi derecha, lucía un vestido con unas diminutas flores fino como para la época del año (el verano estaba en la esquina), unas lindas hojotas que hacían ver sus uñas pintadas, una remera negra, hermoso pelo lacio castaño claro que nunca fue teñido -seria un pecado- pero lo mejor de lo mejor era su sonrisa, siempre la tenia y nunca me cansaría de verla, menos si sabia que yo la provocaba.
Charlamos unos minutos de nuestros amigos,- aunque solo miraba sus ojos y no sabía si realmente habían pasado minutos, horas o días-. Hasta que llegaron a los que esperábamos y marchamos a la fiesta que nos esperaba. En el camino hablamos de nosotros, de como éramos, somos y de como pensábamos ser, hasta que le pregunte que fue lo que la llevo a aceptar la invitación, a lo que ella respondió "dejemos esto para el filo de la noche, cuando estemos sentados en un costado mirándonos...". A semejante respuesta no me quedo otra que estar de acuerdo...